LENGUA INICIAL VS. LENGUA MATERNA
SEGUNDA LENGUA VS. LENGUA EXTRANJERA
Algunos de los contenidos tratados en esta nueva materia
son los diferentes contextos de adquisición y uso de las lenguas, el repertorio
lingüístico o diferentes metodologías dentro de la enseñanza de lenguas
extranjeras. En esta entrada me gustaría profundizar en las diferencias entre
lengua inicial, materna, nativa o primera y la diferencia entre el concepto de
segunda lengua en inglés y en español.
La lengua inicial, materna, nativa o primera son
consideradas habitualmente como sinónimos: una persona ha sido expuesta desde
que nació a esa lengua, es la primera que aprendimos (en la que establecimos
los primeros contactos verbales duraderos), la conocemos mejor y la usamos más.
En algunos países, como Kenia e India, el término lengua nativa o lengua materna se refiere específicamente al idioma del grupo étnico; sin embargo, la
connotación de primera lengua está más cerca de la primera definición
explicada. De esta manera, hay casos de bilingüismo adulto que necesitan una
distinción entre lengua materna y primera lengua: un ejemplo de esto es una
persona inglesa cuya lengua materna es el inglés (porque pertenece a
Inglaterra) y su primer idioma es el inglés (desde su infancia allí). Esta
persona migra más tarde a España y, con el paso de los años, termina olvidando
cómo comunicarse en inglés: el español se convierte en su primera lengua (pero no en su lengua materna, debido a su origen étnico). En este caso,
la distinción entre los dos términos es clara y necesaria.
Con respecto al bilingüismo, este puede ser de dos tipos:
simultáneo (niños o niñas que aprenden más de una lengua desde el nacimiento) o
secuencial (niños o niñas que empiezan a aprender otra lengua después de haber
adquirido la primera). Además, en el caso de los bilingües, podemos tener dos
lenguas iniciales pero una dominará sobre la otra en nuestras mentes; es decir,
utilizamos en nuestros pensamientos una de esas lenguas. Por ejemplo, el
contacto que tuve yo mis primeros años de vida con el español y el gallego fue
simultáneo a través de mi familia: ambas lenguas se hablaban en mi casa por mis
padres y mis abuelos y, actualmente, no tengo ningún problema para utilizar una
lengua u otra según me demande la situación. Sin embargo, el idioma que usa mi
mente – el que uso para expresar mis pensamientos – es el español y generalmente
uso esta lengua el 95% del tiempo cuando me comunico.
Con respecto a la segunda lengua, en español definimos
este concepto como la lengua adquirida – después de la primera lengua – en un contexto
académico: una lengua adquirida como vehicular, como lengua administrativa o
como lengua extranjera en la enseñanza. Sin embargo, en inglés se considera
segunda lengua a aquella adquirida después de la primera en un contexto donde
esta segunda lengua es usada principalmente por la mayoría de la comunidad
comunicativa; es decir, mi segunda lengua (según la definición en español)
sería el inglés – ya que la adquirí en un contexto académico – pero, si mañana me
mudo a Alemania y allí aprendo alemán para comunicarme, se podría decir que esa
es mi segunda lengua (en el sentido que este concepto tiene en inglés). También
en inglés podemos diferenciar entre segunda lengua y lengua extranjera, cuyas
definiciones están bastante aunadas en el concepto de segunda lengua en
español. En inglés, se considera lengua extranjera a un segundo – o tercer, o
cuarto… – idioma aprendido en un contexto donde no es ampliamente utilizado en
la comunidad de habla, como por ejemplo aprender inglés en España.
En este sentido fue muy interesante realizar la actividad
sobre el repertorio lingüístico de la clase, es decir, recopilar en un
documento las lenguas y las variedades lingüísticas que conocíamos. Excepto
nuestras dos compañeras italianas – cuya L1 es el italiano – todos y todas compartíamos
como L1 el español y el gallego. Con respecto a las lenguas segundas y
terceras, el espectro era muy variado: para algunas es el inglés, para otras el
francés… y para nuestras compañeras italianas el español es su L2. Con esta
actividad concluimos que nuestro repertorio lingüístico era muy amplio – algo esperable,
puesto que somos estudiantes de lenguas – y que a veces subestimamos nuestro
conocimiento sobre lenguas, ya que conocemos muchas variedades lingüísticas de
diferentes lenguas, como el inglés americano, el francés canadiense, o el
español de América del Sur.
En definitiva, aunque a veces utilizamos algunos
conceptos como sinónimos, no lo son en todos los contextos y debemos tener en
cuenta los pequeños matices mientras nos expresamos en español o en inglés. Además,
podría resultar interesante hacer una comparativa de resultados en la actividad
del repertorio lingüístico en un aula de la ESO, de FP, de Bachillerato o de la
Universidad. Estoy segura de que el espectro lingüístico de un grupo aula de la
ESO también será bastante amplio, cumpliendo así con el plurilingüismo que se
pide desde Europa. Sin embargo, este plurilingüismo está más enfocado a las
lenguas extranjeras; por desgracia, dejamos la enseñanza del resto de lenguas
oficiales españolas relegada a sus comunidades autónomas.