sábado, 18 de enero de 2020

Didáctica de la enseñanza de lenguas extranjeras


LENGUA INICIAL VS. LENGUA MATERNA
SEGUNDA LENGUA VS. LENGUA EXTRANJERA

Algunos de los contenidos tratados en esta nueva materia son los diferentes contextos de adquisición y uso de las lenguas, el repertorio lingüístico o diferentes metodologías dentro de la enseñanza de lenguas extranjeras. En esta entrada me gustaría profundizar en las diferencias entre lengua inicial, materna, nativa o primera y la diferencia entre el concepto de segunda lengua en inglés y en español.



La lengua inicial, materna, nativa o primera son consideradas habitualmente como sinónimos: una persona ha sido expuesta desde que nació a esa lengua, es la primera que aprendimos (en la que establecimos los primeros contactos verbales duraderos), la conocemos mejor y la usamos más. En algunos países, como Kenia e India, el término lengua nativa o lengua materna se refiere específicamente al idioma del grupo étnico; sin embargo, la connotación de primera lengua está más cerca de la primera definición explicada. De esta manera, hay casos de bilingüismo adulto que necesitan una distinción entre lengua materna y primera lengua: un ejemplo de esto es una persona inglesa cuya lengua materna es el inglés (porque pertenece a Inglaterra) y su primer idioma es el inglés (desde su infancia allí). Esta persona migra más tarde a España y, con el paso de los años, termina olvidando cómo comunicarse en inglés: el español se convierte en su primera lengua (pero no en su lengua materna, debido a su origen étnico). En este caso, la distinción entre los dos términos es clara y necesaria.



Con respecto al bilingüismo, este puede ser de dos tipos: simultáneo (niños o niñas que aprenden más de una lengua desde el nacimiento) o secuencial (niños o niñas que empiezan a aprender otra lengua después de haber adquirido la primera). Además, en el caso de los bilingües, podemos tener dos lenguas iniciales pero una dominará sobre la otra en nuestras mentes; es decir, utilizamos en nuestros pensamientos una de esas lenguas. Por ejemplo, el contacto que tuve yo mis primeros años de vida con el español y el gallego fue simultáneo a través de mi familia: ambas lenguas se hablaban en mi casa por mis padres y mis abuelos y, actualmente, no tengo ningún problema para utilizar una lengua u otra según me demande la situación. Sin embargo, el idioma que usa mi mente – el que uso para expresar mis pensamientos – es el español y generalmente uso esta lengua el 95% del tiempo cuando me comunico.

Con respecto a la segunda lengua, en español definimos este concepto como la lengua adquirida – después de la primera lengua – en un contexto académico: una lengua adquirida como vehicular, como lengua administrativa o como lengua extranjera en la enseñanza. Sin embargo, en inglés se considera segunda lengua a aquella adquirida después de la primera en un contexto donde esta segunda lengua es usada principalmente por la mayoría de la comunidad comunicativa; es decir, mi segunda lengua (según la definición en español) sería el inglés – ya que la adquirí en un contexto académico – pero, si mañana me mudo a Alemania y allí aprendo alemán para comunicarme, se podría decir que esa es mi segunda lengua (en el sentido que este concepto tiene en inglés). También en inglés podemos diferenciar entre segunda lengua y lengua extranjera, cuyas definiciones están bastante aunadas en el concepto de segunda lengua en español. En inglés, se considera lengua extranjera a un segundo – o tercer, o cuarto… – idioma aprendido en un contexto donde no es ampliamente utilizado en la comunidad de habla, como por ejemplo aprender inglés en España.



En este sentido fue muy interesante realizar la actividad sobre el repertorio lingüístico de la clase, es decir, recopilar en un documento las lenguas y las variedades lingüísticas que conocíamos. Excepto nuestras dos compañeras italianas – cuya L1 es el italiano – todos y todas compartíamos como L1 el español y el gallego. Con respecto a las lenguas segundas y terceras, el espectro era muy variado: para algunas es el inglés, para otras el francés… y para nuestras compañeras italianas el español es su L2. Con esta actividad concluimos que nuestro repertorio lingüístico era muy amplio – algo esperable, puesto que somos estudiantes de lenguas – y que a veces subestimamos nuestro conocimiento sobre lenguas, ya que conocemos muchas variedades lingüísticas de diferentes lenguas, como el inglés americano, el francés canadiense, o el español de América del Sur.

En definitiva, aunque a veces utilizamos algunos conceptos como sinónimos, no lo son en todos los contextos y debemos tener en cuenta los pequeños matices mientras nos expresamos en español o en inglés. Además, podría resultar interesante hacer una comparativa de resultados en la actividad del repertorio lingüístico en un aula de la ESO, de FP, de Bachillerato o de la Universidad. Estoy segura de que el espectro lingüístico de un grupo aula de la ESO también será bastante amplio, cumpliendo así con el plurilingüismo que se pide desde Europa. Sin embargo, este plurilingüismo está más enfocado a las lenguas extranjeras; por desgracia, dejamos la enseñanza del resto de lenguas oficiales españolas relegada a sus comunidades autónomas.