viernes, 22 de noviembre de 2019

Tema 2

Marco Común Europeo de Referencia


El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas es un estándar europeo que sirve para medir el nivel de comprensión y expresión oral y escrita en una determinada lengua. EL MCER no está ligado a ningún examen de idioma específico. El documento final fue elaborado por el Consejo de Europa y presentado en 2001 durante la celebración del Año Europeo de las Lenguas. (Si clickeas en la siguiente imagen, podrás ver el diagrama de las equivalencias más ampliamente). 



Hay varios marcos de referencia con objetivos similares, como el Consejo Americano para la Enseñanza de Lenguas Extranjeras (ACTFL, American Council on the Teaching of Foreign Languages), los exámenes de competencias lingüísticas canadienses (CLB, Canadian Language Benchmarks), y la escala de competencia de la ILR (Interagency Language Roundtable).


Con respecto al ACTFL, existen 5 tipos de niveles: novice, intermediate, advanced, superior, and distinguished. Pero, excepto el superior y el distinguished, cada uno de esos niveles están subdivididos entre low, mid y high. Dentro de cada nivel, debemos destacar las habilidades de escuchar, hablar, leer y escribir. Las habilidades se preparan por separado, con materiales y pruebas específicas para cada una y, de esta manera, si un programa se focaliza más en la lengua escrita y no tanto en la hablada, el alumnado de este programa podrá adquirir un nivel avanzado en lectura y escritura, pero permanecerá en un nivel bajo de escucha y habla. (Para más información, clickea en la siguiente imagen).


El CLB comprende una escala de 12 puntos sobre descriptores de dominio basados en tareas para la enseñanza y evaluación del alumnado de ESL (English as a Second Language) en Canadá. Los 12 puntos se dividen en 3 estados – Stage I: Basic Proficiency, Stage II: Intermediate Proficiency, and Stage III: Advanced Proficiency. El CLB, igual que el MCER y el ACTFL, describe los niveles de adquisición comunicativa de los/as estudiantes de ESL. Comprende 4 habilidades: escucha, habla, lectura y escritura. También hay una versión del CLB en francés e incluye conocimiento pragmático, gramatical, textual, funcional y sociolingüístico. 




Finalmente, el ILR es una organización sin fondos que comprende varias agencias del gobierno federal de los Estados Unidos de América. Estas agencias tienen como propósito la coordinación y el poder compartir información de actividades sobre una lengua extranjera que se realicen a nivel federal. La función principal del ILR es actuar como un escaparate para las diferentes agencias que participan y, así, poder estar al corriente de métodos y tecnologías modernos para la enseñanza del aprendizaje y el uso del lenguaje. Esta organización es un conjunto de descripciones de las destrezas para la comunicación en un determinado idioma y consiste en la descripción de cinco niveles de competencia idiomática: competencia elemental, competencia limitada de trabajo, competencia profesional de trabajo, competencia profesional plena y la competencia nativa o bilingüe. 



Como mencioné anteriormente, estos marcos de referencia para las lenguas no sirven como examen para evaluar el nivel de comprensión y expresión de una lengua extranjera. Estos marcos establecen un nivel común que facilita la coordinación entre diferentes países, además de que los diferentes centros y academias tengan en cuenta esos niveles comunes para adaptar sus respectivos exámenes de acreditación. 

De esta manera, considero que fue un gran avance la creación de estos marcos de referencia para la movilidad de las personas a nivel europeo e internacional. Si existe un nivel común de referencia, los/as ciudadanos/as que se muden a otro país a trabajar pueden acreditar que tienen, por ejemplo, un nivel avanzado y que ese nivel sea el mismo en su país de origen y en el nuevo de residencia. La globalización que estamos viviendo desde hace unas décadas necesitaba que se estableciesen esos marcos para una mejor organización internacional con respecto a las lenguas y la comunicación.

Además, todos los marcos mencionados anteriormente tienen en común que se centran en 4 habilidades principales de la lengua: habla, escucha, lectura y escritura. Aunque cada marco tenga sus niveles y subniveles, es común que se centren en esas destrezas. Por otra parte, es muy positivo que los marcos permitan cierta autonomía a los centros de acreditación, ya que los descriptores están redactados de una manera muy general. Los descriptores guían a los centros, pero no les estipulan cómo realizar las programaciones didácticas ni qué temáticas o contenidos deben abarcar. 

En definitiva, existen varios marcos de referencia para la enseñanza de lenguas extranjeras que permiten una mejor coordinación y organización a nivel internacional. Son una herramienta de estandarización muy necesaria para el mundo globalizado del siglo XXI. Actualmente, los europeos podemos acreditar el nivel de dominio de una lengua y que ese nivel sea también oficial en diferentes países del continente, facilitándonos así la movilidad para poder tanto estudiar como trabajar en un país extranjero. Sin embargo, considero que aportaría muchos beneficios la creación de un marco de referencia internacional que todos, o casi todos, los países pudiesen utilizar, al igual que en Europa tenemos el MCER.