Marco Común Europeo de Referencia
El Marco Común Europeo de Referencia
para las lenguas es un estándar europeo que sirve para medir el nivel de
comprensión y expresión oral y escrita en una determinada lengua. EL MCER no
está ligado a ningún examen de idioma específico. El documento final fue
elaborado por el Consejo de Europa y presentado en 2001 durante la celebración
del Año Europeo de las Lenguas. (Si clickeas en la siguiente imagen, podrás ver el diagrama de las equivalencias más ampliamente).
Hay varios marcos de referencia con objetivos similares, como el Consejo Americano para la Enseñanza de Lenguas Extranjeras (ACTFL, American Council on the Teaching of Foreign Languages), los exámenes de competencias lingüísticas canadienses (CLB, Canadian Language Benchmarks), y la escala de competencia de la ILR (Interagency Language Roundtable).
Con respecto al ACTFL, existen 5 tipos
de niveles: novice, intermediate, advanced, superior, and distinguished. Pero, excepto el superior y el distinguished, cada uno de esos niveles están subdivididos entre low, mid
y high. Dentro de cada nivel, debemos
destacar las habilidades de escuchar, hablar, leer y escribir. Las habilidades
se preparan por separado, con materiales y pruebas específicas para cada una y,
de esta manera, si un programa se focaliza más en la lengua escrita y no tanto
en la hablada, el alumnado de este programa podrá adquirir un nivel avanzado en
lectura y escritura, pero permanecerá en un nivel bajo de escucha y habla. (Para más información, clickea en la siguiente imagen).
El CLB comprende una escala de 12 puntos
sobre descriptores de dominio basados en tareas para la enseñanza y evaluación
del alumnado de ESL (English as a Second
Language) en Canadá. Los 12 puntos se dividen en 3 estados – Stage I: Basic Proficiency, Stage II:
Intermediate Proficiency, and Stage III: Advanced Proficiency. El CLB, igual que el MCER y el ACTFL,
describe los niveles de adquisición comunicativa de los/as estudiantes de ESL.
Comprende 4 habilidades: escucha, habla, lectura y escritura. También hay una
versión del CLB en francés e incluye conocimiento pragmático, gramatical,
textual, funcional y sociolingüístico.
Finalmente, el ILR es una organización
sin fondos que comprende varias agencias del gobierno federal de los Estados
Unidos de América. Estas agencias tienen como propósito la coordinación y el
poder compartir información de actividades sobre una lengua extranjera que se
realicen a nivel federal. La función principal del ILR es actuar como un
escaparate para las diferentes agencias que participan y, así, poder estar al
corriente de métodos y tecnologías modernos para la enseñanza del aprendizaje y
el uso del lenguaje. Esta organización es un conjunto de
descripciones de las destrezas para la comunicación en un determinado idioma y
consiste en la descripción de cinco niveles de competencia idiomática: competencia
elemental, competencia limitada de trabajo, competencia profesional de trabajo,
competencia profesional plena y la competencia nativa o bilingüe.
Como mencioné anteriormente, estos
marcos de referencia para las lenguas no sirven como examen para evaluar el
nivel de comprensión y expresión de una lengua extranjera. Estos marcos
establecen un nivel común que facilita la coordinación entre diferentes países,
además de que los diferentes centros y academias tengan en cuenta esos niveles
comunes para adaptar sus respectivos exámenes de acreditación.
De esta manera, considero que fue un
gran avance la creación de estos marcos de referencia para la movilidad de las
personas a nivel europeo e internacional. Si existe un nivel común de
referencia, los/as ciudadanos/as que se muden a otro país a trabajar pueden
acreditar que tienen, por ejemplo, un nivel avanzado y que ese nivel sea el
mismo en su país de origen y en el nuevo de residencia. La globalización que
estamos viviendo desde hace unas décadas necesitaba que se estableciesen esos
marcos para una mejor organización internacional con respecto a las lenguas y
la comunicación.
Además, todos los marcos mencionados
anteriormente tienen en común que se centran en 4 habilidades principales de la
lengua: habla, escucha, lectura y escritura. Aunque cada marco tenga sus niveles
y subniveles, es común que se centren en esas destrezas. Por otra parte, es muy
positivo que los marcos permitan cierta autonomía a los centros de acreditación,
ya que los descriptores están redactados de una manera muy general. Los
descriptores guían a los centros, pero no les estipulan cómo realizar las
programaciones didácticas ni qué temáticas o contenidos deben abarcar.
En definitiva, existen varios marcos de referencia para la enseñanza de lenguas extranjeras que permiten una mejor coordinación y organización a nivel internacional. Son una herramienta de estandarización muy necesaria para el mundo globalizado del siglo XXI. Actualmente, los europeos podemos acreditar el nivel de dominio de una lengua y que ese nivel sea también oficial en diferentes países del continente, facilitándonos así la movilidad para poder tanto estudiar como trabajar en un país extranjero. Sin embargo, considero que aportaría muchos beneficios la creación de un marco de referencia internacional que todos, o casi todos, los países pudiesen utilizar, al igual que en Europa tenemos el MCER.
En definitiva, existen varios marcos de referencia para la enseñanza de lenguas extranjeras que permiten una mejor coordinación y organización a nivel internacional. Son una herramienta de estandarización muy necesaria para el mundo globalizado del siglo XXI. Actualmente, los europeos podemos acreditar el nivel de dominio de una lengua y que ese nivel sea también oficial en diferentes países del continente, facilitándonos así la movilidad para poder tanto estudiar como trabajar en un país extranjero. Sin embargo, considero que aportaría muchos beneficios la creación de un marco de referencia internacional que todos, o casi todos, los países pudiesen utilizar, al igual que en Europa tenemos el MCER.