CONSCIENCIA INTERCULTURAL Y ESTEREOTIPOS
Debido al aumento de la movilidad personal alrededor del mundo, bien sea por estudio o por trabajo, y el proceso de globalización industrial, comercial y financiera, la comunicación intercultural supone un punto clave para la integración – o desintegración – social. Además, actualmente las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) permiten la comunicación entre personas desde cualquier parte del mundo, por lo tanto, es necesario desarrollar una Competencia Comunicativa Intercultural (CCI) (Byram, 1997).
Los procesos comunicativos se pueden desarrollar en diferentes situaciones: 1. el diálogo se lleva a cabo entre 2 o más personas procedentes de culturas diferentes y la lengua de comunicación es L2 para alguna de esas personas implicadas; 2. el diálogo se lleva a cabo entre personas de países y lenguas diferentes que deciden utilizar la lingua franca, por ejemplo el inglés, para comunicarse; 3. el diálogo se lleva a cabo entre personas del mismo país pero con lenguas diferentes también mediante el uso de la lingua franca. Por lo tanto, es necesario facilitar el proceso comunicativo con el desarrollo de la CCI y evitando los estereotipos.
Los estereotipos tienen su base en diferentes aspectos de las culturas a las que hacen referencia; sin embargo, estos aspectos no representan al 100% de las personas de esa cultura, o al menos no durante gran parte del tiempo. De esta manera, en Galicia se come pulpo y marisco o se bebe licor café en la sobremesa, pero principalmente en fiestas señaladas – Navidad, fiesta del pueblo, un domingo familiar, etc. – y no cada día de la semana. ¿Están estos estereotipos representando una realidad inexistente? No, tan solo representan parcialmente la cultura gallega.
Por lo tanto, ¿es necesario el conocimiento de los estereotipos de una cultura si queremos estudiarla y/o experimentarla mediante una visita turística? Considero que puede ser un punto positivo el conocer estos aspectos culturales, pero no debemos perder la perspectiva: son simplemente eventos puntuales y que no representan a la totalidad de las personas. Muchas veces el conocimiento de estos hábitos puede hacernos evitar malos entendidos o conflictos.
Los autobuses rojos de dos pisos son un reclamo turístico que facilita las visitas por los monumentos más importantes de la ciudad; existen y cada vez se extrapolan a más ciudades de Europa con el mismo fin: ver y visitar rápidamente. Por su parte, el té es una bebida muy consumida a nivel mundial – diferentes sabores, temperaturas (iced tea), con leche… - dependiendo de las necesidades puntuales o los gustos de los consumidores. Por lo tanto, aunque en Inglaterra se consuma mucho té, no resulta imposible ver en las cafetería a los ingleses tomándose un café o un chocolate caliente un día de lluvia.
Y la lluvia es el siguiente gran estereotipo de esta cultura, como si en el resto del mundo no lloviese ningún día. Es verdad que en Inglaterra llueve, es una cuestión geográfica y climática incontrolable para el ser humano, pero también es posible ver el sol, ir a la playa e incluso ponerse moreno/a en verano. La lluvia también es un estereotipo que a los/as gallegos/as nos atribuyen, pero nada más lejos de la realidad: es verdad que en invierno llueve y hace frío, pero en verano las Rías Baixas están llenas de turistas disfrutando del sol y buen clima.
Finalmente, quiero destacar el aspecto de la puntualidad ya que, personalmente, las personas impuntuales me resultan muy frustrantes y poco consideradas con el tiempo de otras personas (todos/as podemos ser impuntuales en algún momento, pero que sea un hábito me parece una falta de respeto…). Es posible encontrar a personas puntuales e impuntuales tanto en Inglaterra como en España, porque considero que la puntualidad es una cuestión más personal que sociocultural. Si en la personalidad de una persona está el ser impuntual, de nada sirve que un aspecto de su cultura sea la puntualidad, ya que esa persona continuará siendo impuntual.
Con respecto a algunos estereotipos italianos, cuento con la experiencia de mi hermano, que vivió durante 3 meses en Parma (cerca de Bolonia). Lo primero que me llamaba la atención cuando hacía Skype con él era el hecho de que siempre estaba comiendo un helado. Allí, es común comer gelatos en cualquier época del año – aquí solemos esperar al verano, aunque depende de la persona – y, según su experiencia, los helados de vainilla eran muchísimo mejores (más intensos en sabor) que los de España. Por otra parte, me dijo que la pasta y la pizza de allí no eran más espectaculares que las de España, simplemente que había más tipos. Además, los italianos no solo bebían cappuccinos; como en cualquier cafetería del mundo, te podías encontrar diferentes tipos de café y tomarte el que más te apeteciese. Finalmente, no era cierto que los italianos fuesen vagos y se dedicasen a vivir la vida y disfrutar: sus jefes y compañeros/as trabajaban las horas estipuladas, no hacían descansos excesivos, ni dejaban para el día siguiente lo que ya podían acabar ese día. Ninguna de las personas que conoció durante esa experiencia encajaba con ese estereotipo.
En definitiva, los estereotipos tienen su base en ciertos aspectos culturales, pero no representan completamente a sus integrantes. A la hora de querer enseñar otras culturas, debemos potenciar la consciencia intercultural para, así, evitar malos entendidos y, además, potenciar ser respetuosos con las diferencias entre nuestra propia cultura y las de otras personas.
Y tú, ¿qué estereotipos culturales podrías desmentir?
Referencias:
Byram, M. (1997). Teaching and Assessing Intercultural Communicative Competence. Clevedon: Multilingual Matters.
Hola Uxía!
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante tu entrada sobre los estereotipos. Por supuesto, no podemos perder de vista que se trata de generalismos pero normalmente con una cierta base. Es evidente que en España no todos/as vamos a los toros, sin embargo, una parte de la sociedad española sí lo hace. Es importante que se transmita como realidad del país pero abarcando también las realidades de otras zonas geográficas y, por supuesto, siempre contextualizando. Como bien indicas, en Galicia no comemos marisco todo el día pero probablemente la mayoría de las personas gallegas comen marisco con más regularidad que aquellas de otras zonas. El ejemplo que indicas de que se come en fiestas es algo típico y propio de nuestra región pero no de otras por lo que es una realidad que considero relevante transmitir en la enseñanza de lenguas.
En definitiva, encuentro muy interesante en el aprendizaje de lenguas contextualizar los estereotipos que nos han llegado por influencia social pero no apartarlos y meter en la ecuación otro tipo de costumbres, vestimentas, etc, del país que nos afecta para conocerlo en mayor profundidad e ir más allá de los estereotipos.
Buenas, Uxía!
ResponderEliminarTu entrada me ha parecido muy interesante, ya que me ha recordado a una TedTalk sobre Aprendizaje de Lenguas, Estereotipos e Identidad impartida por la lingüista Esperanza Roman. En esta presentación no sólo se tratan las razones por las cuales aprender un idioma, sino la consecuencia directa del aprendizaje y valoración de las culturas que acompañan ese idioma. En relación a esto, pone de manifiesto cómo la adquisción de una lengua extranjera se ve afectada por estereotipos y clichés varios establecidos por la sociedad (por ejemplo, el caso de la lengua hispana en Estados Unidos, que a pesar de ser usada por un gran porcentaje de población, está asociada a estereotipos negativos de todo tipo).
Concuerdo contigo que lo que debe primar en la enseñanza de lenguas extranjeras son los rasgos que caracterizan una determinada cultura, no los esteriotipos, ya que pueden crear ideas y asociaciones falsas o equivocadas con respecto a los idiomas y sus hablantes. Tanto los objetivos generales como las competencias básicas incluyen la importancia de aprender a valorar diferentes culturas a mayores de la propia. Pero, ¿realmente los libros y demás recursos incluídos en las metodologías son efectivos a la hora de conseguir estos propósitos?
Ya que has incluído ejemplos de estereotipos ingleses e italianos, yo incluiré los franceses. Desde que comencé a aprender el idioma, no había libro de texto, ficha o actividad relacionada con Francia que no incluyese el típico personaje con jersey a rayas marinero, boina, mostacho y la bagette debajo del brazo, y mujeres muy elegantes asociadas con la alta costura o con anuncios de 'j'adore, Dior'. También se dice frecuentemente que inventaron el perfume para no tener que ducharse. Puedo asegurar que en mis estancias en Francia, no he visto ningún caso que concuerde con estas caricaturas. Además, París siempre era el ejemplo de ciudad en las actividades, ya que es la más reconocible a nivel mundial. ¿Acaso si queremos enseñar cómo valorar lo extranjero debemos olvidar otros ejemplos de ciudades, para así reflejar la diversidad? Y así hasta infinitos ejemplos más. Con el tiempo los materiales han ido evolucionando, y espero que los clichés vayan desapareciendo, enseñando diversas culturas de todas partes del mundo. Pero una cosa queda clara: no hay mejor método de enseñanza que vivir la propia cultura.
Hola Uxía,
ResponderEliminarAcabo de leer tu entrada y me ha sorprendido considerablemente.
Los estereotipos son muy comunes, es algo que todo el mundo reconoce y pueden ser positivos y negativos y que pueden afectar a nuestra comunicación porque tenemos una impresión automática de una persona cuando sabemos de donde es.
Sin embargo, en el caso de los estereotipos de cada país, no creo que sean perjudiciales para el acto comunicativo porque a mi parecer no influye el hecho de pensar que, por ejemplo, los ingleses desayunan beicon, huevos, beans y salchichas todos los días. En todo caso, es perjudicial para el turista que viaja y se da cuenta de que la realidad es muy distinta.
También he de decirte que, en el caso de Reino Unido, los estereotipos son bastante acertados, no van nada desencaminados de la realidad como es en el caso de Francia.
Como bien has señalado, no toda la población del Reino Unido cumple estos cánones, puesto que siempre encontrarás a gente que no lo haga, pero en su gran mayoría sí. Por ejemplo:
Los ingleses nunca dan dos besos. En España, Francia u otros países europeos, es muy común dar dos besos cuando se conoce a una persona o simplemente cuando nos vemos. En Reino Unido sólo se da la mano o si ya hay mucha confianza se da un abrazo, pero si vas a dar dos besos a una persona prepárate para que te hagan la cobra.
Los británicos son muy educados, se pasan el día disculpándose, pidiendo todo por favor y dando las gracias. A ellos no se les ocurriría pedirle al camarero: “Una cerveza”; más bien dirían: “¿Podría traerme una cerveza por favor?”.
En Reino Unido todas las casas son de madera y tienen moqueta en todas las habitaciones menos en el baño y la cocina. Pues es una realidad como una casa. En España es raro ver moquetas y pensamos que son un incordio para limpiarlas.
Aunque hay algunos que son falsos como:
En Reino Unido es donde mejor se habla inglés: hay cientos de acentos regionales distintivos de todo el Reino Unido y una gran parte de la población de Inglaterra son españoles, portugueses, hindúes y paquistaníes.
Por toda Gran Bretaña hay cabinas telefónicas rojas: en España antes había cabinas por todas las esquinas, sólo que no eran tan bonitas ni coloridas como en Gran Bretaña.
Todos los ingleses utilizan chanclas con calcetines: es verdad que en verano los turistas suelen vestir así en España, pero no deja de ser una manía, seguro que tiene alguna explicación.
Como he dicho, son estereotipos sí, pero ¿qué mal pueden hacer?
Hola Uxía,
ResponderEliminarme parece muy interesante y comparto completamente lo que dices en esta entrada de tu blog, sobre todo cuando hablas de los estereotipos.
Los estereotipos son una creación de la humanidad que, en mi opinión, en ciertas ocasiones puede resultar hasta ofensivos. Es verdad que estos nacen por evidentes costumbren de una sociedad o cultura, pero lo malo de ellos es que no representan a todas las personas que forman parte de esa cultura y no analizan en profundidad todos los aspectos de esa realidad. Por eso hay que tener mucho cuidado con ellos y no hay que darle demasiado peso o importancia. Al revés, lo que habría que hacer sería explorar las diferentes culturas que existen en el mundo, vista también la globalización de este, e intentar comprender las razones de cada aspecto cultural y social sin pararnos en prejuicios o estereotipos.
Como italiana, te quiero contestar a la parte en la que hablas de los estereotipos de la comida italiana. Te puedo confirmar que es verdad que comemos helado en cualquier época del año, ya que esta comida forma parte integrante de nuestra cultura desde hace muchísimos siglos; la verdad es que nos encanta y que no podemos vivir sin él. Y por esta razón es verdad también que nuestro helado (sobre todo si artesanal) sabe mucho mejor que el de España, es decir por su larga tradición en nuestra cultura. Sin embargo, no estoy de acuerdo por lo que dice tu hermano sobre la pasta y la pizza; a mí me saben muy diferentes y, sobre todo es que son muy diferentes. Yo personalmente trabajé muchos años como camarera en muchas “pizzerias” diferentes de Italia y la experiencia hasta me llevó a saber diferenciar la calidad entre una pizza y otra, lo mismo que me pasa con el helado.
Todo esto te lo digo personalmente como súper amante de la comida en general. De hecho, me encanta cocinar, me encanta viajar y probar nuevos platos, sobre todo los típicos de cada cultura, y créeme cuando te digo que me encanta la comida española. Sin embargo, para mí, nada puede superar los sabores de casa y los de la tradición de la propia cultura. Con esto no quiero decir en absoluto que la comida italiana sea la mejor, sino que cada comida siempre, o casi, sabe mejor y se hace mejor en su país de origen (como la pasta y la pizza en Italia, el pulpo en Galicia y la paella en España).
Gracias por las informaciones que proporcionaste con esta entrada de tu blog.
Un saludo,
TatiVendra